viernes, 22 de agosto de 2008

Dans Paris



París es una ciudad monumental, espectacular, preciosa...

Aunque caminando por sus calles comprendí, que al igual que aquí, lo que más me gustaba era mirar a las personas.

Mujeres, hombres, niños, ancianos. Pieles de todos los colores, que respiran, que viven.

Las arrugas que forma un cuerpo ajeno bajo una camiseta, el brillo de una cana, unos labios recien pintados.

Conversaciones ajenas, que se entremezclan.

Zapatos, manos, jardines de ojos, perdidos, cerrados, achinados, azules, dormidos.

El ser humano es el paisaje que más placer me da contemplar.

Y me resulta curioso, como de temer a los demás con el tiempo he pasado a apreciarlos como el más bello de los tesoros efímeros.

Me muero de ganas de lanzarme a hacer retratos!!

3 comentarios:

nacho dijo...

¡Ah, mujer renacentista! Vas a acabar siendo Leonarda de Vinci.

Teresa dijo...

jajajaj

me encanta eso de mujer renacentista!!!

Anónimo dijo...

Paris, je t'aime!

A mi también me chifla. Será porque mi chico está ligado a esa belle ville, pero no me canso nunca de ir, volver e ir a París!

De hecho este finde, no se por qué conyo me he quedado en Bruselas porque estoy muerta del asco y no se me ocurre otra cosa que ir al cine a ver "La soledad", la peli que ganó los Goya. Me ha molado, pero no en un día en el que me siento sola...

En fin, pronto se me pasará!

besos, linda.
Por cierto, otro año más, estuve en Estartit ;-)