miércoles, 20 de agosto de 2008

Me and Anaïs



Entre los (muchos) momentos inolvidables de estas vacaciones, está la visita a Louveciennes, concretamente a la casa de Anaïs Nin.

La casa donde vio a Henry Miller por primera vez, la casa donde escribió sus diarios. La casa donde vivió una mujer que me ha hecho crecer, sentir, soñar...

Y era tan bonita, y se parecía tanto a como la había imaginado.

Flipada que estaba, ya se nota...

3 comentarios:

closada dijo...

¡Que envidia sana me das, quilla! Realmente, yo creo que habría muerto de la emoción, ahí, de un patatús... jejeje. Más, más fotos de la casa, quiero más... jajajaja.

Un besazo, guapísima. Muchas gracias por el regalo, me ha encantado, de verdad. No sé si podré dormir, porque la ilusión aún me invade todo el cuerpo.

Muac y remuac

Teresa dijo...

No sé si pondré más porque en todas salgo yo haciendo un poco la gil jajjaja

Me alegra un montón que te haya gustado.

requetemuac!

Anónimo dijo...

¡Qué bonita oportunidad, ver esa casa! ¿Pudisteis entrar?
La foto es preciosa, igual que tu, que has quedado muy bien.
Besotes,
Sapiens