domingo, 13 de abril de 2008

Medias

medias

Hoy volví a ponerme las medias de rejilla. Símbolo inéquivoco de la primavera.
Y no puedo evitar que me recuerden a París, sus noches de luces rojas, al frío que corta la piel, a la salida del metro.

Música de jazz, ventanas de hotel en las que asomarse durante horas, solomillos poco hechos y tacones altos. Marquesinas, olor de especias, escaleras, rincones, besos interminables, vinos con nombres extraños...

Todo eso me evocan, mis piernas atrapadas en un enjambre de rayas negras. No me importa donde estoy, ni quien soy, ni si mi calle huele a pis de borracho y resaca del sábado. Con ellas siempre me siento una princesa.

2 comentarios:

closada dijo...

Que bueno tener algo que nos convierta (y por extensión a aquello que nos rodea), en especiales. Si con tus medias te sientes como una princesa, entonces será porque de verdad lo eres, o al menos para ti y para aquellos/as que ahora comparten (compartimos) ese sentimiento.

Así que, quillita: ¡buenas noches, princesa! ;-)

Besicos primaverales

Anónimo dijo...

Princesa, preciosa.... como la foto
Sapiens