lunes, 21 de mayo de 2007

Cannes

El festival de Cannes ha venido a salvarme de mis propios pensamientos... cuando tengo el día un poco raro, escribo, traduzco y escribo, y busco busco busco sin descanso reseñas, noticias, fotos, trailers, lo que sea con tal de no pensar (demasiado)

Hoy, traduciendo las palabras de un director de cine me encontré con esto:

Yo he buscado a través de la realidad y lo cotidiano, contar lo insuperable, la desaparición de aquellos a los que amamos. Como si Dios mismo nos hubiera abandonado, quedando al descubierto nuestra vulnerabilidad, provocando el inicio de un cuestionamiento

Como una llamada desde mi propia realidad.

Yo no siento que Dios me haya abandonado. Aunque es cierto que nunca antes me sentí tan vulnerable.

A veces hasta el calor de un rayo de sol, tan agradable sobre la piel, me recuerda que ya no estás, y que todo lo bueno del mundo, nunca volverá a ser lo mismo. La tristeza de perderte, se cuela en todas las cosas, con mayor o menor intensidad.

Pero aquí sigo, como sea, no pierdo las ganas de vivir, ni quiero perderlas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso texto, Tere, me he quedado sin palabras al leerlo. Estoy contigo. Un fuerte abrazo,
Juana

Teresa dijo...

lo sé, gracias, un abrazo grande

nacho dijo...

No hay mucho más que decir. Sólo acompañarte e intentar ser parte de todo lo bueno que hay en el mundo. Aunque ciertamente ya nunca será lo mismo.

Teresa dijo...

gracias nacho.

un abrazo.

Fernando dijo...

Cuesta decir adiós...pero debe llevar su ritmo...en este caso hasta su melodía...no hay mayor abandono que el que uno mismo puede sentir al echar de menos y dejarte arrastrar por la ausencia...ya sabes que puedes contar con todos nosotros para robarte un mal día...un beso

Teresa dijo...

gracias fernando, un beso