Nicole Kidman siempre me acaba resultando fascinante en la gran pantalla. Cuando la veo en fotos, o en entrevistas, en ocasiones pienso, bueno, no es para tanto, no tiene tanto magnetismo, se está operando demasiado... pero luego aparece protagonizando un film, no importa el papel, mejor o peor, y me atrapa, me hipnotiza, me convence de que es la mujer más maravillosa de la tierra...
Es curioso, siempre sucumbo ante la belleza, y precisamente el personaje de hoy, inspirado en Diane Arbus, sentía una fascinación especial por todo lo que a la gran mayoria más bien atemoriza. Pero la película sabía transmitir esa belleza. Esa atracción que producen las cosas que nos dan miedo.
Y de donde salio ese miedo? de la primera vez que nos dijeron que eso no era normal, que estaba feo. Y si no nos lo hubieran dicho? podríamos amar las cicatrices? las malformaciones? las entrañas al descubierto?
Seguro que si, al final todo consiste como decía el personaje en ser valiente.
Un auténtico trabajo de desprogramación, que culmine en el disfrute de todas y cada una de las personas.
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